El origen de la justicia y la libertad

Marizol Fontecha LaPointe nació en la Vereda El Recreo de Vélez, Santander, Colombia. Desde temprana edad, Marizol sintió y comprendió que la grandeza de Dios se refleja en nuestro ser y en la naturaleza que nos rodea. Esta convicción la llevó a cuestionar y rechazar la idea de que las acciones malas pudieran provenir de su Padre Celestial.

A medida que crecía, Marizol se percató de la oscuridad que acechaba detrás de la historia del hombre. Su búsqueda por respuestas la llevó a dedicar gran parte de su vida a indagar sobre el origen del sufrimiento humano: ¿quién comenzó a maldecir, castigar y quitar la vida a sus semejantes? Convencida de la bondad inherente a la humanidad, Marizol sostiene que los seres humanos son buenos, racionales e inteligentes por naturaleza, dotados de la capacidad para desarrollar sus habilidades y empatizar con otros.

Sin embargo, observó cómo muchos caían en la injusticia y se convertían en víctimas de un sistema opresivo. Este sistema, en lugar de fomentar la armonía, genera un entorno hostil cargado de dolor, rabia y frustración. Marizol se percató de que la falta de respuestas concretas y coherentes sobre el propósito y el funcionamiento del ser humano conduce a la desesperación, el estrés y la depresión.

Tras vivir experiencias de inestabilidad mental y emocional, Marizol encontró la respuesta que tanto buscaba: el sufrimiento y la miseria en este mundo provienen de la falta de comprensión sobre nuestra propia naturaleza y propósito. Motivada por este descubrimiento, fundó Fontecha Internacional, una empresa dedicada a la capacitación y ayuda para que las personas comprendan el origen del dolor y el sufrimiento, y así puedan recuperarse.

Además de su labor como filósofa de la vida, Marizol es escritora, asesora de imagen y profesional en belleza integral y estética. Reside en el Estado de Maryland, Estados Unidos, junto a su esposo y sus dos hijas. Su pasión por las relaciones interpersonales y comerciales la impulsa a motivar a las personas para que se sientan amadas, bellas tanto interior como exteriormente.